Y de hecho es así. El mercado de divisas es hoy en día una realidad gracias al boom tecnológico y a la revolución de internet. Era un mercado reservado sólo para bancos centrales, bancos comerciales y grandes entidades financieras, pero totalmente vetado a los inversores particulares. El hecho que se trate de un mercado descentralizado, sin un órgano físico central que lo gobierne (con lo bueno y lo malo que ello conlleva), hizo que, con la aparición de internet, los propios proveedores de liquidez pudieran dotar a casas/firmas más pequeñas de parte de esa liquidez, para que ellos a su vez la pasaran a clientes particulares finales. Y es así como nació el retail Forex (divisas para particualres).


El mercado retail ha evolucionado mucho desde sus inicios allá por el 1.996. En la actualidad, clientes finales pueden acceder a unas condiciones operativas más que aceptables, con plataformas robustas y proveedores de gráficos y sistemas de última generación. Al cliente particular le basta con un ordenador, una conexión a internet y una cuenta con una firma (broker), que puede abrirse en 24h online, con total comodidad.


La mayor ventaja que ofrece este mercado es el efecto apalancamiento. Con una cantidad muy pequeña de depósito pueden hacerse transacciones de cierto valor. Por ejemplo, para vender 100,000 Euros contra Dólares (que serían comprados), el cliente final debe depositar desde tan sólo 250 Dólares en su cuenta para abrir la posición. De forma efectiva, con tan sólo 500 €uros, un cliente puede participar en el mercado de divisas. Si lo comparamos con el de futuros sobre índices, para abrir una posición en el futuro del Ibex 35, las garantías que se nos requieren son de más de 10,000 €uros. De ahí que este mercado sea tan popular en casi todo el mundo.

Y digo casi porque, sorprendentemente para un país de primer nivel como España, el mercado de divisas (Forex) está absolutamente subdesarrollado. Hay más gente haciendo trading en Forex en Nigeria que en España; y esto es un hecho. ¿Motivo? Cultural. En España se prefiere que el banco te recomiendo una hipoteca en divisas que luego te deje colgado para 30 años antes de hacer una venta de EUR/JPY (Euro/Yen Japonés), porque eso ‘suena mal’.

A nivel operativo, el mercado de divisas funciona igual que cualquier otro mercado de derivados en los que se puede apostar al alza o la baja (si el Euro creemos que subirá contra el Yen Japonés, pues compramos el par EUR/JPY; si por el contrario creemos que perderá valor, pues vendemos el EUR/JPY para intentar sacar provecho). Además, al ser un mercado que funciona las 24h del día los 5 días de la semana, no se producen los malditos ‘gaps’ o huecos de apertura, con lo que los gráficos son mucho más limpios que los de los mercados tradicionales. Y es que, objetivamente, si un trader es sistemático y disciplinado, no hay mejor mercado que el Forex para sacarle todo el jugo a su potencial. Comprobado.