Tras la rebaja de rating de la deuda española y las sospechas del gobierno galo de que a ellos también les pase lo mismo, los parqués europeos se tiñen de rojo, una marea que llega a puertas de Wall Street resacoso tras tres días de inactividad. Los inversores norteamericanos vuelven la mirada a sus propias fronteras, pero el panorama no es mucho mejor que en el Viejo Continente.


BP
sigue con infructíferos intentos por contener los escapes de petróleo que están arrasando las costas del Golfo de México. Los inversores no están contentos con estas actuaciones y siguen temerosos de acercarse al valor por si la penalización no ha hecho más que comenzar. Hoy BP desciende un sorprendente 13,27%.

Hewlett-Packard también está siendo penalizado en su cotización, si bien, mucho menos, tras anunciar que sustituirá 9.000 puestos de empleo por centros de datos automatizados que le acarrearán un gasto de 1.000 millones de dólares. HP cae un 0,30%.

AIG sigue en sus 13 y no ha dado el visto bueno a una reducción del precio de compra de su filial asiática de seguros de vida, AIA. Si Prudential finalmente quiere hacerse con AIA deberá pagar 35.000 millones de dólares, aunque esto comienza a pender de un hilo y AIG ya busca, por si a caso, otros postores. Prudential hoy cede un 1,11% y AIG un 1%.

En el mercado de divisas el euro llora día tras día la debilidad de la Unión Europea lo que aprovecha el dólar para sacar pecho y, de paso, llevarse por delante al barril de petróleo. El contrato a julio en la New York Mercantile Exchange descendía a 72,25 dólares el barril.