El volumen de pagos gestionados por la empresa durante el trimestre (la cuantía total de pagos realizados con tarjetas de crédito de Visa) aumentó el 12% respecto al año anterior y alcanzó 701.000 millones de dólares, pese la ralentización internacional de la economía y la contención del gasto de los consumidores.

Además, el número de tarjetas emitidas bajo la marca Visa aumentó en todo el mundo el 10% y llegó a 1.700 millones.


"A pesar de que la situación de la economía es cada vez más difícil, el incremento de las transacciones procesadas, la fortaleza del crédito y la diversificación internacional del negocio siguen poniendo de manifiesto la resistencia de nuestro modelo de negocio", añadió el directivo.

Aunque reconoció que se avecinan tiempos "más duros" de lo previsto, Saunders confirmó que Visa mantiene su objetivo de beneficio para todo el año (que aumentará el 20% o más), pese a que redujo ligeramente el de ingresos (que crecerá menos de un 10%).

Como MasterCard, Visa no emite líneas de crédito y por lo tanto se ha visto menos afectada por la crisis crediticia que otras competidoras.

Desde que salió al mercado el pasado marzo a través de la mayor oferta pública de venta de acciones de la historia de Estados Unidos, y la segunda del mundo, sus acciones han caído un 13%.