Valoración, retorno histórico e innovación: cuando las pequeñas baten a las grandes cotizadas

Los asesores financieros aconsejan tener una cartera diversificada por sectores, por países y también por capitalización bursátil con el objetivo de aprovechar los diferentes momentos de mercados, pero sobre todo para poder afrontar los momentos de mayor volatilidad y caídas. En el caso de las pequeñas compañías se les asocia de forma tradicional con dos factores como la inflación y el crecimiento que parece que se van a instalar en este final de la pandemia del Covid-19.

“La renta variable y, en concreto, las 'small caps', es decir, las compañías de pequeña capitalización históricamente han sido buenas protectoras de la inflación y son muy sensibles al crecimiento económico. Aunque, claro, eso implica asumir parte de riesgos que no todos los inversores pueden asumir”, explica Sergio López de Uralde, responsable de desarrollo de negocio de Groupama AM.

Las estadísticas avalan a las empresas de mediana y pequeña capitalización, no sólo en Europa sino también en Estados Unidos o en Asia. Por ejemplo, el índice Russell 2000 de pequeñas cotizadas estadounidenses se revaloriza de forma anualizada un 30,54% en los últimos tres años frente al 29,67% del Dow Jones en el mismo período. Por su parte, el MSCI Europe Small Index acumula una rentabilidad anualizada del 12,73% en los últimos tres ejercicios frente al 9,19% del MSCI Europe.

Más volatilidad y menor liquidez

¿Pero para empezar qué es una compañía de pequeña y mediana capitalización? Morningstar considera “gran capitalización" a aquellos valores que forman el 70% de la capitalización bursátil de la zona considerada. Identifica como "mediana capitalización" al 20% siguiente y al resto engloban bajo el conjunto de valores de "pequeña capitalización”. Por ello, la clasificación de la compañía dependerá no sólo de la capitalización sino también de la zona geográfica y del momento en que se analice.

Desde el punto de vista de los mercados financieros, el tamaño de la empresa se puede conocer rápidamente viendo su capitalización bursátil, que se calcula multiplicando el número de acciones de la empresa por el precio de cotización en ese momento. “Normalmente, se consideran compañías medianas aquellas con una capitalización entre 2.000 y 10.000 millones de euros (o dólares según el mercado) y pequeñas menos de 2.000 millones”, indican los analistas de Bankinter.

Más allá de las estadísticas, invertir en empresas de pequeña y mediana capitalización implica una serie de riesgos intrínsecos que se deben conocer. Las precauciones principales pasan por una menor liquidez frente a las grandes cotizadas, también un menor volumen de negociación y una mayor volatilidad. Su distribución accionarial suele estar en manos del equipo directivo o de la familia fundadora, lo que supone una alineación de intereses clara entre el patrimonio propio y la compañía.

Además al ser un universo de inversión amplio se debe conocer bien la compañía, sus ratios, sus perspectivas… De hecho, muchas de estas compañías están poco cubiertas o directamente no seguidas por los analistas. “Básicamente se trata de un tema de capacidad y de recursos de las firmas de análisis, que suelen estar destinados a analizar las grandes y medianas. Tenemos que matizar que son un gran número de compañías, pero representan una parte muy pequeña de la capitalización bursátil y sobre todo del volumen de negociación”, comentan desde Bankinter.

Crecimiento e innovación

“Hay tendencias que benefician a nuestras compañías como un aumento de la cuota de mercado, las tendencias de innovación mecánica que hacen que el aumento del precio de la acción en el futuro sea mayor que la de mercado. Las compañías de pequeña y mediana capitalización se benefician de tendencias de innovación que podemos ver en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, el Covid-19 ha supuesto transformaciones en la forma de vivir y trabajar con muchas innovaciones tecnológicas desde que empezó la pandemia. Las compañías en las que invertimos están muy bien posicionadas en la innovación y en la transformación de la sociedad”, explica Hervé Lorent, gestor de la gama Avenir de Groupama AM.

Como explican desde Groupama, gran parte de las compañías pequeñas están relacionadas con la innovación, la digitalización, la robotización... que son tendencias ganadoras de la economía del futuro. En general, se ocupan de productos únicos y son líderes en sus nichos de negocio. Pero también hay compañías que son más tradicionales y maduras que se dedican a negocios que difícilmente pueden sufrir disrupción digital y que ofrecen a los inversores una opción más de valor, que de crecimiento.

Básicamente, ninguna empresa nace con un gran tamaño y por lo tanto permite a los analistas e inversores identificar futuros triunfadores en sus respectivos sectores y países. Además, están expuestas a operaciones corporativas como son las fusiones y adquisiciones que suelen beneficiar a los accionistas con una prima generosa. El actual contexto es propicio, además, para estas operaciones por la abundante liquidez que existe en el mercado en un momento de tipos de interés al 0%, perspectivas de crecimiento a nivel mundial y buen tono general en las bolsas de valores. 

Otro factor importante cuando se invierte en compañías de mediana y pequeña capitalización es su capacidad de crecimiento, que es muy superior al de las grandes cotizadas debido a una razón de tamaño. Esto hace que sus expectativas de revalorización en bolsa sean superiores y cada año se vean cifras, por ejemplo, en el Mercado Continuo español de alzas anuales superiores incluso al 100% en algunas acciones. Asimismo, este tipo de compañías son, en general, más flexibles ante las circunstancias cambiantes del mercado. “Costes, ajustes de plantilla, recuperación de beneficio... en entorno de movimiento de tipos, aceleración de la economía…”, subrayan desde Bankinter.

Por valoraciones, en este momento también ofrecen una oportunidad para los inversores de largo plazo. “La inversión en empresas europeas de pequeña capitalización debería ser estratégica y a largo plazo en base al rendimiento y los beneficios de las empresas. En este momento hay tres factores clave que creemos que hacen que esta clase de activos sea interesante para los inversores. El primer factor es por valoraciones, las valoraciones relativas entre compañías de pequeña capitalización-gran capitalización está cerca de mínimos de varios años, algo que nos da una excelente oportunidad”, subraya Graham McCraw, especialista de producto de compañías de pequeña capitalización de Aberdeen Standard Investments.