Dicho proyecto dividirá Alitalia en dos partes: la primera sería una compañía libre de deudas que reunirá las actividades rentables de la aerolínea y que pasaría a manos de un grupo de empresarios, que invertirán unos 1.000 millones de euros. Las segunda mitad de Alitalia, que quedará bajo la administración especial, se haría cargo de las deudas y el resto de actividades.Desde ayer, los sindicatos se reúnen con el Gobierno y el grupo de empresarios que comprarán la aerolínea para llegar a un acuerdo sobre el futuro de Alitalia.Las reunión comenzó con el anuncio del ministro de Trabajo, Maurizio Sacconi, de la necesidad de recortar 3.250 empleos.Sacconi explicó que los recortes se producirán tras la aplicación del plan, que prevé la creación de una nueva compañía con la fusión de la aerolínea nacional AirOne y Alitalia y que quedará con 14.250 dependientes.En las cuentas de Sacconi se incluyen sólo el personal con contrato indefinido, ya que no se renovará a los más de 2.000 trabajadores con contrato temporal.Asimismo, el titular de trabajo especificó que de los 14.250 empleados de la nueva aerolínea, 2.750 dependerán de empresas externalizadas, entre estos 700 de administración y de los centros de atención al cliente, 1.600 encargados de mantenimiento y 450 del sector de carga.