"En la eurozona hay principalmente un problema de confianza, pero no de solvencia", dijo Trichet en una entrevista para el canal de televisión francés LCI. Si los hogares y las empresas no confían en que los gobiernos puedan devolver las cuentas públicas a un patrón sostenible, se corre "el riesgo de perder (...) la recuperación económica", agregó.


La última proyección oficial sobre la creciente deuda pública de Europa fue publicada a principios de mes por la Comisión Europea, que previó que la deuda estatal total en la eurozona aumentaría al 84% del Producto Interior Bruto anual en 2010, desde el 69% del año pasado.


Según el pacto de estabilidad y crecimiento de la UE, los países del bloque deben mantener sus déficit públicos por debajo del 3% del PIB. La comisión ha dicho en el pasado que los países miembros pueden superar este límite temporalmente en tiempos de crisis económica, pero también ha amonestado a varios países -como Polonia, Lituania, Rumanía y Malta- por permitir que sus déficit crezcan demasiado.

Trichet señaló que la eurozona tiene un gasto público mayor que otros países industrializados y que los esfuerzos deben centrarse en vigilar estrechamente el gasto público. "Es importante (...) revisar las prioridades del gasto", indicó y en el caso de los países cuyo gasto ya es elevado, la atención debería centrarse en reducir el flujo de salida del dinero público.