Ello no ha impedido, como era previsible, que el selectivo tokiota haya cerrado el que ha sido el peor ejercicio de su historia, con una pérdida acumulada del 42,12 por ciento o 6.448,22 puntos.

El año pasado el Nikkei cerraba en los 15.307,78 puntos y el Topix en los 1.475,68 enteros, lo que en este último caso significa que ha perdido un 41,77 por ciento o 616,14 unidades.

En la sesión de hoy los ganadores fueron la minería, las empresas de caucho y las de maquinaria de precisión, mientras perdieron las aseguradoras y las inmobiliarias.

Los analistas se mostraron divididos sobre la tendencia que tendrá la bolsa tokiota el próximo año, ante las diversas políticas que han decidido los Estados para hacer frente a la crisis.

Hiroichi Nishi, experto de Nikko Cordial, dijo a la agencia local de noticias Kyodo que "la debilidad de la economía real está teniendo un fuerte impacto en el sistema financiero, pero que desconoce cuándo se disipará la incertidumbre.

En la primera sección 1.152 valores ganaron terreno, por 425 que lo perdieron y 116 que se quedaron como estaban.

El volumen de cotización se situó en los 853,97 millones de acciones, en comparación con los 1.241 millones de toda la jornada de ayer, y 575,61 millones de la sesión de mañana de ayer.

Destacaron entre las empresas perdedoras de la jornada el fabricante de automóviles Toyota, que cayó 30 yenes o un 1 por ciento, hasta los 2.905 yenes, y el fabricante de baterías GS Yuasa, que cedió un 3 por ciento, hasta los 107.200 yenes.