Según ha anunciado, ha provisto de 20 billones de yenes (245.000 millones de dólares) a los mercados monetarios, con el objetivo de garantizar a los bancos recursos suficientes para atender la demanda creciente de empresas y ciudadanos tras la catástrofe en el país.

Se trata de la tercera operación de este tipo que efectúa la institución financiera nipona en lo que va de día. Así, cuando el Nikkei se despeñaba el 14%, la entidad japonesa inyectó tres billones de yenes (36.702 millones de dólares), continuación de la anunciada horas antes por valor de 5 billones de yenes (61.235 millones de dólares).