El pasado viernes más de 150 países sufrieron un ataque cibernético que provocó interrupciones en compañías como Telefónica, Santander o Renault.  Aye, la agencia policial europea, Europol, reconocía que el ataque había afectado al menos a 200.000 usuarios en 150 países. La agencia francesa de seguridad cibernética, ANSSI; advirtió de nuevos posibles ataques pronto.

Lo que ha vuelto a llevar a primer plano la necesidad de nuevos métodos de seguridad cibernética.  Aquí entran en juego dos tipos de compañías: las que ofrecen seguridad en caso de ataque y las que la compran para evitar casos como el del viernes.

Telefónica. La compañía aseguró el pasado viernes que los autores del ataque habrían solicitado a la operadora un rescate para eliminar restricciones a los archivos y equipos secuestrados. El pago se exige en bitcoin y, según la empresa de seguridad Sohos, los ciberdelincuentes habrían solicitado en un principio un pago de 300 dólares por ordenador hackeado. Una cifra que iría aumentando según fueran pasando las horas. En pocas horas, el ataque fue neutralizado.

La operadora suma en el año algo más de un 14% a pesar de la caída que experimentó la última semana. Los expertos reconocen que el letargo en el que se encuentra la compañía en las últimas semanas podría ayudar a la operadora a consolidar las fuertes subidas que ha experimentado en semanas previas.  El nivel clave, dicen los expertos, en próximas sesiones será la resistencia de los 10,63 euros. Por encima, habría que visitar niveles de 2015, en los 11,23 euros y los máximos de ese mismo año, en los 12,78 euros.

Y ¿Prosegur? Lleva cinco meses en los mismos niveles. Los expertos reconocen que la compañía podría estar lista para hacer nuevos máximos una vez ha conseguido recuperar la zona de 5,50 euros. Una ruptura que lo ha hecho acompañada de unos resultados positivos para la compañía  durante el primer trimestre del año, cuando anunció un beneficio de 53 millones de euros, un 11,8% más.

Recientemente Goldman Sachs ha lanzado una recomendación de compra sobre el valor   mientras que hay voces que ven claras divergencias alcistas semanales entre el precio y el oscilador estocástico. Lo que quiere decir que, correcciones aparte, todo apunta a que desde aquí intente de nuevo reestructurarse al alza con la mirada puesta en los máximos históricos (6,67).