"Hemos rebajado la calificación a largo plazo de Irlanda porque consideramos que los costes fiscales del plan gubernamental para ayudar al sistema financiero serán significativamente más elevados de lo que preveíamos cuando recortamos su 'rating' el pasado mes de marzo", dijo el analista de S&P David Beers.

A este respecto, la agencia apunta que ha tenido en cuenta para la revisión de la nota de Irlanda el reciente anuncio por parte del Anglo Irish Bank de que sus pérdidas se situarán en la parte alta de las estimaciones de S&P, al mismo tiempo que el anuncio por parte del Gobierno irlandés respecto a la Agencia Nacional de Gestión de Activos (NAMA), que desempeñará un "importante papel" en la restauración de la salud del sistema bancario irlandés.


En este sentido, el Gobierno irlandés anunció que hasta 90.000 millones de activos serán transferidos a NAMA desde los bancos irlandeses. Los planes del Gobierno contemplan que la agencia adquiera estos valores con un significativo descuento y que las compras sea fianciada mediante la emisión de bonos del Gobierno.

"Consideramos que la capacidad de NAMA para cumplir sus objetivos financieros es incierta", advirtió la agencia de calificación, quien subrayó que las recientes pérdidas de Anglo Irish Bank demuestran la "fragilidad" del sector bancario irlandés y su "dependencia" del apoyo del Gobierno.

Irlanda, tras el estallido de su burbuja inmobiliaria y los efectos de las turbulencias, se convirtió en la primera economía de la zona euro en entrar en recesión en septiembre de 2008.