Su pérdida bruta entre enero y marzo fue de 370 millones de euros, en línea con su advertencia de resultados el mes pasado, cuando señaló que preveía una pérdida de entre 340 millones y 390 millones de euros. Las ventas descendieron a 1.740 millones frente a 2.700 millones un año antes, después de que las entregas de teléfonos cayeron a 14,5 millones, un 40% menos que los 24,2 millones de teléfonos entregados en el cuarto trimestre del año pasado. El precio de venta medio fue 120 euros frente a los 121 euros del cuarto trimestre. Su cuota de mercado se redujo al 6%, desde el 8% en el cuarto trimestre de 2008.

La compañía añadió que los recortes de plantilla costarán a la compañía 200 millones, pero espera que sus medidas de ahorro de costes disminuyan los gastos de explotación en 400 millones de euros  a mediados de 2010.

"Como se esperaba, el primer trimestre de este año ha sido extremadamente difícil para Sony Ericsson debido a la continua debilidad de la demanda mundial. Estamos adecuando nuestro negocio a la nueva realidad del mercado con el objetivo de devolver a la compañía a la rentabilidad tan rápido como sea posible", indicó el consejero delegado de la compañía, Dick Komiyama.

Todos los fabricantes de teléfonos móviles han visto una caída de la demanda en el peor año que vive el sector. Nokia Corp. (NOK), el mayor fabricante de teléfonos móviles del mundo, señaló el jueves que la caída de la demanda contribuyó al descenso del 90% en el beneficio neto del primer trimestre. Sin embargo, Sony Ericsson, sociedad conjunta entre la sueca Telefon AB L.M. Ericsson (ERIC) y la japonesa Sony Corp. (SNE), ha sido uno de los más golpeados en el sector.

Sony Ericsson prevé que el mercado mundial de teléfonos móviles se contraerá en 2009 al menos un 10% frente a los 1.190 millones de unidades en 2008, en línea con la predicción de Nokia del jueves.