La ministra ha afirmado que de acuerdo con los datos conocidos por ahora "no tengo ninguna duda de que el banco hizo lo que tenía que hacer de acuerdo con la reglamentación" cuando descubrió hace diez días el fraude atribuido a uno de los operadores bursátiles de Société Générale, Jérome Kerviel, y que le ha costado a la entidad 4.900 millones de euros.Si Société Générale vendió las posiciones de alrededor de 50.000 millones de euros tomadas por Kerviel entre el lunes y el miércoles de la pasada semana "es porque tenía que hacerlo", señala Lagarde, que recuerda que antes de hacer esas operaciones había advertido al Banco de Francia y a la Autoridad de los Mercados Financieros.
Hará un informe sobre el presunto fraudeEl primer ministro francés, Francois Fillon, ha encargado a la responsable de Economía un informe sobre este episodio que deberá responder a cuatro cuestiones: cómo se desarrolló el fraude; por qué no funcionaron los controles; de qué manera habrá que mejorar esos controles; y si Société Générale respetó la reglamentación bursátil y bancaria.Lagarde ha avanzado como pistas de reforma que los bancos no tendrían que olvidar los "controles de base" sobre sus operadores, como saber si se van de vacaciones o si están físicamente presentes en la sala de mercados cuando realizan una transacción.Kerviel, que está detenido desde el sábado en la brigada financiera de París para ser interrogado por los policías, según los elementos que han filtrado, prácticamente no había tomado vacaciones en los últimos tiempos.