A sus 57 años, Bouton debe librar una nueva batalla y desmentir las declaraciones de los abogados de Jerome Kerviel, corredor acusado por el banco de fraude, quienes aseguran que ha levantado una 'cortina de humo' para disimular otras pérdidas tras este escándalo.En una carta divulgada el jueves a sus clientes, Bouton garantizó que la entidad, el tercer banco de Francia, ser más fuerte que esta crisis.Sin embargo, esta estafa histórica, que se produce en un contexto general de crisis financiera, hizo que Bouton presentara su dimisión el miércoles al Consejo de administración, que la rechazó.Bouton, que figura entre los patrones mejor pagados de las empresas que cotizan en bolsa con un salario en 2006 de 3,3 millones de euros, también decidió renunciar a una parte de sus ingresos durante seis meses.'Máquina de tomar decisiones', como se autodefine a s mismo, este hombre, que estudió en las mejores escuelas superiores de Francia, ha encajado ya reveses similares.El último de ellos en 2002, cuando fue detenido provisionalmente e inculpado de 'lavado de dinero agravado' en un asunto de presunto tráfico de cheques entre Francia e Israel en el que estaban implicados varios dirigentes de su banco y de otras entidades. El juicio por este asunto comenzar concretamente la próxima semana en París.Oriundo de una familia humilde, Bouton fue un estudiante brillante que se convirtió en inspector de finanzas a los 23 años y en director de gabinete del entonces ministro del Presupuesto, Alain Jupp, recién cumplidos los 36.En 1991 dio el salto al mundo empresarial al ser elegido director de la Societe Generale, que acababa de ser privatizada.En noviembre de 1997, reemplaza a Marc Vinot en la presidencia de este grupo. En aquel momento, la Societe Generale es el primer banco comercial de Francia y Bouton no duda en iniciar acciones judiciales contra el Crdit Lyonnais, al borde de la quiebra, para denunciar las maniobras del Estado para salvarlo de la hecatombe.Pero el viento cambia y la crisis de los mercados asiáticos sumado a la crisis rusa golpean a todos los bancos sin excepción.'Magnífica máquina intelectual', según sus compañeros de trabajo, Bouton libra en 1999 una batalla bursátil indita contra la BNP, el primer banco de Francia, que quiera crear con Societe Generale y Paribas un gigante bancario.Bouton siempre ha reivindicado su derecho a preservar la identidad del banco y a no asociarse con otros.Administrador de Total y de Veolia Medio Ambiente, el jefe de la Societe Generale no esconde sus ideas liberales a favor de una autorregulación del mercado.A quien le pregunta si su banco corre el riesgo de ser objeto de una Oferta Pública de Adquisición (OPA), Bouton responde que su 'mejor defensa es su precio en la bolsa'.En 2006, cuando el patriotismo económico vive su momento de apogeo en Francia, la Socite Generale no tiene escrúpulos en aconsejar y financiar al número uno mundial del acero Mittal Steel en su proyecto de OPA sobre el europeo Arcelor.