Quien nos iba a decir que la máxima de los mercados financieros, en el que se indica que "Sell in may and go away", es decir 'Vende en mayo y márchate' este año no habría tenido sentido alguno. 

Esta máxima británica que data de 1694 nada menos y que tiene que ver con una carrera legendaria de caballos, la de St Leger Stakes que se celebra en septiembre, no tiene vigencia este año. 

En el caso del IBEX 35, si miramos a los mejores meses del mercado históricamente hablando, hablamos de abril, octubre y noviembre, por este orden frente a los bajistas, que corresponden a Agosto y marzo y después, a corta distancia, a mayo. 

Pero este ejercicio, las cosas cambian gentileza de Donald Trump. Mandan los aranceles y ese antes y después que se ha producido. La tranquilidad de la falta de declaraciones primero y del acuerdo con China después, una desescalada en toda regla de los gravámenes comerciales, que se une al anuncio de menor tensión con Jerome Powell, no solo ha llevado a aguas tranquilas al Ibex 35, sino también a Wall Street, cuyos indicadores habían mostrado con más énfasis esos recortes. 

De hecho, el Ibex ha hecho oídos sordos a problemas como el derivado de la investidura fallida, por primera vez, del nuevo canciller alemán, Friedrich Metz, el pasado 6 de mayo. 

Y hay dos factores importantes a tener en cuenta en esa subida. La primera es la sostenibilidad con la que se produce este incremento. Recordemos que el Ibex 35 ha cerrado, ocho sesiones consecutivas rompiendo máximos, primero de 17 años y después de 17 años y medio, con niveles desconocidos desde enero de 2008. 

De hecho, el selectivo español marca avances en todas y cada una de las sesiones de marzo con una excepción: el pasado 7 de mayo, en el que el mercado se tomaba un respiro a la espera de las conversaciones en Suiza para reducir la guerra arancelaria entre EE.UU. y China y las caídas de Inditex por la rebaja de recomendación de Morgan Stanley, teniendo en cuenta su peso en el mercado. 

El Ibex 35 acumula en mayo ganancias de más del 7% mientras se encamina, de seguir así, a superar el 7.9% de avances registrado en un magnífico mes de febrero en este 2025. 

Además hay un segundo factor a tener en cuenta. Y parte de la forma en la que está recuperando posiciones el Ibex 35. Primero, porque su valor más alcista Indra, que sube en lo que va de año está mostrando su capacidad, no solo de mejora, con avances que se acercan al 100% de revalorización, sino que lo está haciendo con tomas de beneficios, matizadas al cierre, pero también de cuantía intradía, con porcentajes superiores al 4%, en un mercado caracterizado por la volatilidad. 

De igual forma está sucediendo con los bancos, que han corregido y dejado en algunos casos con potencial negativo, su progresión. a pesar de ello, los inversores siguen el precio, especialmente en el caso de Banco Santander y a pesar de la cautela con la que los analistas siguen valorando el sector ante la posible corrección de los tipos de interés, y gracias, sobre todo, a su capacidad para generar ingresos más allá del margen de intereses, tocado por las rebajas del BCE. 

A esto se suma que, en la última semana, valores que se habían quedado claramente atrás como el antaño archipopular IAG (Iberia) y el que sigue bajo la lupa, Grifols A se han revalorizado, de forma que compañías con pequeño peso en el Ibex 35 pero, a su vez, muy seguidos por los inversores, han contribuido a esta mejora. 

Y lo más importante, ahora, ¿qué podemos esperar del mercado? Aunque con cuentagotas lo cierto es que los potenciales se han quedado atrás en la mayoría de los casos. Los valores han reventado los descuentos con los que cotizaban muchas compañías en el selectivo español. De forma que se necesitan revulsivos para la mejora futura. 

También que esta tranquilidad algo impostada, y propiciada por expectativas, que pasan sobre todo por saber qué pasará en las negociaciones de los aranceles bilaterales, como las de la UE con Estados Unidos, que ni tan siquiera han comenzado y sobre la moratoria con China de 90 días en la guerra comercial, que terminará a mediados de agosto. 

De momento en EE.UU el mercado no espera recesión, y aunque el jarro de agua fría de la rebaja de Moody's sobre la solvencia AAA de la deuda americana ha evidenciado el elefante en la habitación, la Fed volverá a tomar la iniciativa mientras se esperan bajadas de tipos, más antes que después, ante los desequilibrios patentes. 

Y a pesar del aterrizaje suave que se presenta y que puede animar a los desangelados consumidores estadounidenses que siguen viendo niveles de inflación elevados en el futuro y frente a anuncios como el de Walmart de que, sí o sí, los precios subirán. Aunque ayer mismo Home Depot señalaba que no elevará sus precios a pesar de los aranceles. 

Pero los riesgos siguen latentes. Los cuellos de botella que se están produciendo al reanudar el comercio entre EE.UU y China, respecto del transporte marítimo, que los expertos achacan más al retraso de las reservas y la congestión de los puertos que a la ineficiencia logística. Mucho comercio renovado en poco espacio de tiempo. Todos quieren aprovechar la pausa arancelaria que expira en agosto, por lo que pueda deparar el futuro. 

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