"Se visualizan operaciones, se estudian, pero no hay un apetito como el de antes", dice Serrano. Bank of America-Merril Lynch no prevé que se vayan a producir fusiones en el sector en 2009
, porque considera que hay "poco sentido en juntar dos balances deteriorados", según un informe publicado la pasada semana. Pedro Pérez, secretario general del G-14, organización que aglutina a las grandes inmobiliarias españolas, indica también que la fusión no es una solución que estén contemplando las empresas.
"La intención es reducir tamaño para estar ahí y aprovecharse del inicio del nuevo ciclo", afirma Pérez. Rafael Merry del Val, director general de la consultora Savills en España, considera que aunque las fusiones en el sector serían buenas para la banca, la gestión de las empresas fusionadas se complicaría por ser los bancos, con intereses dispares, quienes controlarán las inmobiliarias.
"Conceptualmente, es un planteamiento interesante para todos los bancos; el problema es quién manda", señala. El informe de Merrill Lynch indica, además, que el proceso de actualizar de forma real el valor contable de los activos inmobiliarios a su precio de mercado no ha comenzado aún y que probablemente se empezará a ver con los resultados anuales que las compañías anunciarán en los próximos días.
El banco duda de que 2009 sea el año de la recuperación y anticipa que será el de las recapitalizaciones y las ampliaciones de capital. "Dado que percibimos un claro beneficio por ser el primero -las compañías no se pueden permitir estar al final de la cola y arriesgarse a que se acabe el dinero-, estamos perplejos por el hecho de que el proceso de recapitalización no haya comenzado aún", dice el banco.
Serrano, por su parte, percibe una cierta predisposición de los bancos a refinanciar la deuda de las inmobiliarias, pero advierte de que podría ser sólo algo temporal. "Las condiciones de los mercados financieros están ahora mejor, pero siempre habrá sido mejor para quien haya podido refinanciar antes. Eso les permite posicionarse", señala.
Sin embargo, afirma que las compañías que ya han conseguido refinanciar su deuda no están completamente a salvo y que podríamos asistir a una segunda ola de refinanciaciones en el segundo semestre de 2009 y en 2010.

