este cálculo nace de las declaraciones hechas por el propio presidente de la entidad, Emilio Botín, y de diferentes representantes del banco, que han señalado en diversas ocasiones que la entidad no tenía previsto realizar compras que obligasen a un ampliación significativa de capital (superior al 5%). En el caso de Cepsa, Botín explicó durante la presentación anual de sus resultados que vendería el 30,6% que tiene en la petrolera a aquel inversor que ofreciese el precio más "atractivo" para el accionista. Respecto al 25% que tiene en Sovereign, el presidente de la entidad señaló que podía tanto "aumentarla como venderla".En este sentido, Alicia Jiménez, analista de Selftrade, explicó que si Santander se queda finalmente con la parte de ABN Amro que le interesa, Antonveneta (Italia) y Banco Real (Brasil), tendrá que desembolsar unos 24.000 millones de euros, para lo que necesitaría una ampliación de capital del 28%. Al tratarse de una ampliación de capital tan "relevante", el banco tiene dos opciones, según explica esta experta. O ampliar capital hasta el 5% y financiar el resto mediante la venta de sus participaciones, o ampliar capital por un porcentaje mayor. En este último caso, la entidad tendrá que "explicar muy bien" al accionista porqué no ha cumplido con lo anunciado, "ya que la confianza es muy importante para continuar en el accionariado", explica esta analista. A su juicio, tendrá que ofrecerle un plan de integración muy "atractivo", que le aporte un crecimiento del beneficio por acción desde el comienzo.Por su parte, los expertos de Norbolsa creen que el Santander tendrá que desembolsar entre 22.000 y 25.000 millones de euros, que financiará con desinversiones en activos no estratégicos, como Cepsa o San Paolo; con una ampliación de capital del 5%, para no superar lo anunciado y también con la venta de algunas participaciones estratégicas como la de Banesto,"donde podrían hacer caja pero sin perder el control del banco".Por el contrario, los analistas de Renta 4 no ven "muy factible" que el Santander se desprenda de sus participaciones para financiar la operación. A su juicio, la entidad ampliará capital, a pesar del anuncio el presidente Emilio Botín, aunque reconocen que todas las "opciones son posibles".UNA OPERACIÓN PARA CREAR VALOR.Respecto a la operación, los analistas de Norbolsa consideran que es una "oportunidad importante" para fortalecer su posición en Brasil y muy "positiva" para el crecimiento en Italia, tras su fallido movimiento con San Paolo.Asimismo, adelantaron que los títulos del banco español "se podrían ver penalizados a corto plazo", aunque subrayan que como se especulaba desde principios de año con un posible movimiento de la entidad, los títulos han estado "bastante parados" durante todo este tiempo.Por su parte, Alicia Jiménez considera que el consorcio 'Santander, Fortis y Royal Bank of Scotland' es muy "fuerte" y que puede ofrecer mucho valor al Santander, porque podría reforzar su presencia en Brasil, donde ya posee una gran presencia, e Italia, un mercado que el presidente de la entidad siempre ha considerado "muy atractivo".No obstante, esta experta señala que todavía se tienen que concretar los detalles de la operación y ver qué precio se ofrece. A su juicio, si la parte que financia Santander no supera los 25.000 millones de euros, "el mercado no va a ver mal la operación, porque estratégicamente le conviene". Los expertos de Renta 4 explican que la operación puede hacer grandes aportaciones a la entidad, al conseguir una mayor expansión en Italia y Brasil. El primero de los mercado es estrátegico, y en el segundo puede aumentar aún más su cuota de mercado.Sin embargo, esta firma añade que al centrar su atención en estos mercados abandona en parte la posibilidad de aumentar su presencia en otros donde ya estaba presente como Estados Unidos a través del Sovereign.