Bajo un prisma fundamental, destacamos como una de las principales fortalezas de Banco Santander su presencia equilibrada entre mercados maduros y emergentes, con una cartera crediticia también bien diversificada en términos de segmentos de negocio y geografías. Así, el claro estancamiento del negocio doméstico y la negativa evolución de su filial británica, las compensa con la evolución de su negocio en Brasil, que aporta ya el 28% de los beneficios y mejora su negocio a tasas del 16%.
Por otra parte, la transformación comercial y digital de Banco Santander permitió mejorar la calidad y la recurrencia de sus ingresos, impulsando el margen de intereses en 2019. La aceleración en la actividad digital junto con el crecimiento de los ingresos de clientes y la gestión de costes permitió a Banco Santander mantener una de las mejores ratios de eficiencia, del 47%.
La calidad crediticia siguió mejorando en el año y la tasa de mora se redujo hasta el 3,32%. La ratio de capital CET 1 aumentó en 35 puntos básicos y se sitúa ahora en el 11,65%, niveles que superan sobradamente las exigencias del regulador.
Banco Santander: positivos a largo plazo
En cuanto a la cotización de Banco Santander y en perspectiva histórica, en 2017 se produjo un repunte del 10,48%, ejercicio en el que su beneficio por acción se contraía más de un 21%. El mercado corregía en 2018 un 27,4%, año en el que la entidad registraba un crecimiento del 20% en su beneficio por acción. Ya en 2019, tanto la cotización, con caída del 18,7%; como el BPA, con corrección del 6%, se movían en la misma dirección.
Parece, por tanto, que la valoración del mercado ha ido corrigiendo los excesos y situándose en línea con la tendencia del beneficio de Banco Santander. Así, el ratio PER ha ido recogiendo estas oscilaciones en el beneficio y en la cotización y ha pasado de las 10 veces de 2016, a las 13 veces de 2017, las 8,5 veces en 2018 y las 9,5 veces en 2019.
En cuanto a los ratios sobre previsión de resultados para el año en curso, y bajo una estimación de BPA de 0,48 euros por acción (que supone una mejora del 22%), el ratio PER se modera a menos de 7 veces a precios actuales, mostrando la infravaloriación del ratio PER, que tiene en cuanta el PER y el crecimiento del BPA, y que muestra margen de mejora.
En cuanto a la valoración por valor contable, la tendencia de Banco Santander en los últimos ejercicios ha sido de moderación. Las proyecciones apuntan a un ratio precio valor en libro de 0,53 para 2020 y recogen también infravaloración dela acción.
Banco Santander ha aumentado el dividendo y la rentabilidad yield ha mejorado año tras año, situándose ya en el 6,8%, muy interesante para carteras conservadoras.
En síntesis, Banco Santander es una entidad sólida, bien diversificada y con potencial, aunque con un riesgo superior a la media. En base a nuestro análisis fundamental, somos positivos con el valor a largo plazo.
Estructura bajista de fondo en Banco Santander
Fuertes rebotes en el día de hoy para Banco Santander, que se anota en estos momentos más de un 3%, intentando recuperar de nuevo la zona de anterior soporte, ahora convertido en resistencia, tras su perforación en la jornada de ayer y que identificamos en los 3,33/3,30 euros por acción. Este giro alcista en la sesión de hoy de manera contundente no cambia de momento ni un ápice su incuestionable estructura bajista de fondo.
Vemos como desde la zona de los 5,63/5,55 euros por acción podemos trazar o se origina una clara directriz primaria o de largo plazo bajista, que recientemente permitió un nuevo giro fuertemente bajista en la cotización de Banco Santander, giro bajista que derivó en un cruce a la baja por parte de sus medias móviles simples de medio y de largo plazo, una situación en la que las ventas vuelven a tener el control absoluto.
De momento, los rebotes alcistas a los que podamos asistir en la cotización de banco Santander tienen como objetivo normalizar o purgar los excesos generados en el corto plazo.
Excesos que obtenemos a través del rango de amplitud medio y la volatilidad, donde vemos un fuerte repunte durante las últimas sesiones y también lecturas que se aproximan a zonas de sobreventa extremas.
De momento, los rebotes de Banco Santander tienen como objetivos normalizar esos excesos, por lo que no buscaríamos posiciones largas o de compra de cara al medio plazo, dado que su estructura sigue siendo incuestionablemente bajista.
Deberíamos asistir a la superación de niveles de resistencias, que actualmente están muy alejados, como consecuencia de los retrocesos de las últimas sesiones. Vigilamos la zona de resistencias de los 3,96/3,93 euros por acción, cuya superación y posterior consolidación permitiría considerar que las compras tendrían de nuevo cierto optimismo o fortaleza de cara buscar una nueva estructura creciente en la cotización de Banco Santander.
Estos rebotes son oportunidades para deshacer posiciones largas o de compra en cartera.
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