En su primera comparecencia en la Comisión de Economía y Hacienda de la Cámara Baja, Salgado consideró "fundamental que bancos y cajas puedan absorber el impacto de la crisis manteniendo su solvencia", y agregó que la sobrecapacidad instalada en el sistema financiero se hace más patente en un periodo de dificultades como el actual.

La ministra recalcó que el objetivo del plan para facilitar la transición a un nuevo futuro esquema financiero es que cuando se inicie la recuperación económica, las entidades estén en disposición financiar el aumento de la demanda de crédito de las familias y las empresas para realizar nuevas inversiones.

AUMENTO DE LA MOROSIDAD.


A su parecer, el sistema financiero ha mostrado "una gran capacidad" para afrontar el primer embate de la crisis pero los bancos y cajas de ahorros españoles "no son inmunes al deterioro", y si las tensiones internacionales y económicas persisten, lo notarán, principalmente, en su tasa de morosidad.

"No todas las entidades tienen la misma fortaleza para soportar un deterioro adicional de sus activos", dijo Salgado, tras explicar que el nuevo plan en apoyo del sector financiero se suma a los ya articulados: el Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF) y los avales del Estado a las emisiones de deuda bancaria.

Salgado indicó que el fondo de liquidez a cambio de activos financieros de máxima calidad de las entidades cuenta con una rentabilidad media ponderada del 3,45%. El 48% de su cartera está invertida en cédulas hipotecarias, un 27% en fondos de titulización y el 25% restantes en cédulas multicedentes.

Las próximas actuaciones del fondo, agregó, estarán condicionadas por las medidas que adopte el Banco Central Europeo (BCE) que, por primera vez, comprará directamente títulos de deuda privada, unos 60.000 millones de euros en bonos garantizados, cédulas hipotecarias en el caso de España, que ya han mostrado "una reacción positiva".