Campa, que compareció por primera vez ante la prensa desde que fuera nombrado secretario de Estado de Economía en sustitución de David Vegara, valoró así los datos del PIB del primer trimestre del año, que arrojan una caída del 3% interanual de la economía española.

Admitió que el dato del primer trimestre "es innegablemente malo" y constata la intensificación de la caída del PIB y del empleo, aunque pidió que las cifras se analicen en el contexto económico de otros países, ya que la contracción del PIB español está por debajo del promedio del área euro (4,6%). "Refleja que España atraviesa una crisis cuya gravedad no se puede minimizar, pero que no es peor que la del entorno", subrayó.

Además, aunque aseguró que aún es preciso ver los primeros indicios de recuperación con cautela dado que los datos son "altamente preliminares" por el grado de "volatilidad del contexto", adelantó que algunos indicadores parecen "sugerir" que la evolución económica "no será tan negativa en el segundo trimestre" como en el primero.

En concreto apuntó al paro registrado en el mes de abril, cifra que calificó de "relativamente positiva", o a determinados datos del mercado financiero, como la evolución de los tipos de interés, la mejora en las condiciones de los créditos o el repunte de los mercados bursátiles que, a su parecer, pone de manifiesto cierta recuperación de la confianza de los agentes económicos.

Según Campa, estos indicadores, corroborados por economistas y financieros internacionales de muy diverso ámbito, sugieren que la desaceleración del deterioro económico "se podría estar produciendo", motivo por el que los datos del segundo trimestre serán mejores que los del primero, aunque no quiso anticipar el momento en el que la economía podrá volver a crecer por encima del 2%. "No lo sé, es algo que nadie sabe", aseveró.

Afirmó que el Ministerio de Economía recibe cada día nuevas señales, "algunos positivas y otras negativas", pero invitó a no interpretar de forma individual cada indicador porque sería "excesivamente arriesgado" debido a la "alta incertidumbre" en el panorama económico.

A su parecer, hacer proyecciones concretas o poner el énfasis en un trimestre determinado o en el periodo de tiempo en el que se alcanzará una cifra puntual de crecimiento es "excesivamente prematuro" por la excepcionalidad de la situación española y global. "Hay que optar por la prudencia y la cautela", insistió.

MEDIDAS DEL GOBIERNO.

Por otro lado, recordó que el Gobierno ha puesto una serie de propuestas encima de la mesa para superar el ajuste sobre las que seguirá trabajando en el futuro y que intentará desarrollar de forma que sean "lo más eficaces posible".

Sobre la evolución concreta de algunos componentes del PIB, Campa reconoció estar preocupado por la evolución del sector industrial, pero aseguró que el consumo y otros elementos también captan su atención, así como el sector de la construcción que, sin embargo, puede haber arrojado en el primer trimestre cifras menos negativas gracias a la inversión pública y al fondo de inversión local. "Me preocupa todo, sinceramente", admitió.

NUEVAS PREVISIONES EN LAS PRÓXIMAS SEMANAS.

Preguntado por las previsiones que aún mantiene como oficiales el Ejecutivo y que apuntan a una caída de la economía del 1,6% en el conjunto del año, Campa anticipó que los nuevos datos llegarán "las próximas semanas", coincidiendo con la presentación del techo de gasto para los Presupuestos del año 2010.

Recordó que el Gobierno tiene la obligación de revisar el cuadro macro en el mes de junio cuando elabora el techo de gasto de los Presupuestos y en el mes de diciembre, cuando tiene que enviar a Bruselas el informe sobre el cumplimiento del Pacto de Estabilidad y crecimiento. "Por supuesto que lo vamos a cumplir", aseveró.

SE COMPROMETE A TRABAJAR "AL MÁXIMO" CONTRA LA CRISIS.

Al principio de su intervención, Campa dedicó unos minutos a agradecer el cargo que desempeñará de ahora en adelante, y aseguró que es "un honor" poder ocupar la Secretaría de Estado de Economía y sustituir a David Vegara, un hombre que ha realizado su trabajo durante los últimos cinco años "con gran brillantez y total dedicación".

Agradeció la confianza que ha depositado en él la vicepresidenta económica, Elena Salgado, y aseguró que asume el puesto con "ilusión y voluntad de trabajar" por el máximo beneficio de los españoles. Asimismo, se comprometió a trabajar al máximo en su cargo, consciente de que llega en medio de la crisis más "profunda" de la historia reciente de España.