En la presentación parlamentaria del proyecto presupuestario del Gobierno, Darling confirmó que se aplicará un impuesto "extraordinario" a aquellas entidades que paguen a sus empleados primas superiores a las 25.000 libras, que deberá ser abonado por las compañías.

La medida, que había sido recibida con frialdad por el sector financiero en los días previos a la presentación de los presupuestos, pretende lograr que los bancos den prioridad al fortalecimiento de su capitalización en lugar de insistir en el pago de altas retribuciones a sus ejecutivos, explicó Darling, quien apuntó que los ingresos procedentes de esta medida serán destinados a financiar programas de empleo entre los jóvenes.

Por otro lado, el responsable de Finanzas de Reino Unido revisó drásticamente a la baja las expectativas de pérdidas potenciales para el Tesoro británico como consecuencia del rescate del sector financiero, hasta 10.000 millones de libras (11.000 millones de euros), cinco veces menos que lo previsto inicialmente.

Asimismo, Darling indicó que las necesidades de financiación de Reino Unido este año alcanzarán los 178.000 millones de libras (196.784 millones de euros) por la "gravedad de la recesión" y el endeudamiento neto del Estado alcanzará el 56% del PIB, mientras que llegará al 65% en 2010 y al 78% en 2011.