Este dividendo será un 23% mayor respecto a la retribución aplicada el año pasado. Tras este pago, el dividendo a cuenta del ejercicio 2010 se situará en 1,05 euros, con lo que Repsol
recuperará los niveles de retribución perdidos en el ejercicio anterior, cuando la compañía sufrió su particular crisis debido a los efectos de la caída de la demanda, de los márgenes y del precio del crudo.