El beneficio neto de Renault cayó más de la mitad, hasta los 970 millones de euros (1.080 millones de dólares) en enero-junio, mientras que los ingresos cayeron un 6,4%, hasta los 28.050 millones. El margen de explotación también se redujo un 13,6% hasta los 1.654 millones de euros.
"Dada la degradación de la demanda, el grupo espera ahora que los ingresos de 2019 se aproximen a los del año pasado", predijo Renault, abandonando su compromiso anterior de aumentar los ingresos sin incluir el impacto de las variaciones de las divisas.
El sector se ha visto sacudido por una recesión generalizada, que ha provocado recortes en las previsiones de beneficios y ha agravado los problemas de Renault y Nissan en su lucha por pasar página de la era Ghosn. El antiguo jefe de la alianza está a la espera de ser juzgado en Japón por mala praxis financiera, algo que él niega.
El resultado final de Renault se vio afectado por una caída de 826 millones de euros en los beneficios de su socio de la alianza, de la que es propietario en un 43,4%. Nissan está aplicando un recorte de 12.500 puestos de trabajo en todo el mundo tras el colapso de los ingresos, que achaca en gran medida a la gestión de Ghosn.
