El número de parados creció en 37.100 personas el mes pasado, por encima de la previsión de 20.000 parados más y la mayor subida desde mayo de 2009.

Por su parte, el mercado laboral se ha mantenido sorprendentemente robusto durante la crisis financiera y el empleo ha crecido a pesar de una recuperación económica lenta.

Sin embargo, los sondeos revelan que las empresas están reduciendo sus planes de contratación, creando dudas sobre la capacidad del sector privado de absorber el empleo público que se está perdiendo por el recorte del gasto.

El aumento del paro supone un fuerte golpe anímico al consumidor que se suma a la alta inflación, los bajos aumentos salariales y los recientes disturbios algunas localidades de Reino Unido.

El número de desocupados según criterios de la Organización Internacional del Trabajo subió en 38.000 personas en los tres meses a junio hasta los 2,494 millones, con una inesperada alza de la tasa al 7,9% frente a previsiones de estabilidad al 7,7%.