Sin embargo, estas medidas no fueron suficientes ya que, más que compra de activos, el Banco de Japón inundó las reservas de los bancos comerciales del país, con lo que no se estimuló la oferta monetaria. 10 años más tarde, a principios del 2011, se ampliaron estas medidas extraordinarias en otros 5 trillion de yenes con el objetivo de debilitar el yen frente al dólar y así impulsar las exportaciones del país, principal motor de la economía. Este quantitative easing se ha ido incrementando paulatinamente hasta llegar a mediados de Septiembre de este año a los 80 trillion de yenes, con el objetivo de estimular a la economía en un escenario global de bajo crecimiento económico.

Pero parece que, según las nuevas noticias aparecidas en prensa, el próximo 2013 nos va a traer más estímulos por parte del país nipón. El ex primer ministro Abe, favorito en las encuestas para convertirse en el presidente del gobierno, declaró recientemente que el Banco de Japón debería llevar a cabo nuevas medidas de flexibilización para ayudar al país, superar la deflación crónica y debilitar al yen, abogando por un quantitative easing ilimitado.
Con esta situación de fondo llegamos una vez más a la misma pregunta: ¿ha servido de algo estas medidas excepcionales?. Demos un repaso a los principales indicadores económicos:


EXPORTS % CHANGE OVER YEAR




Como podemos apreciar, las exportaciones (principal motor de la economía) están en terreno de contracción prácticamente desde hace 2 años. Así, por ejemplo, las exportaciones en Octubre cayeron un 6,5% frente al mismo mes del año anterior y acumulan ya cinco meses consecutivos de descensos. Tampoco ha ayudado la continua apreciación del yen frente al dólar durante los últimos años, tal y como podemos ver a continuación:



La crisis financiera y la reversión del famoso “carry-trade” han hecho inútiles los esfuerzos del Banco de Japón por devaluar su moneda.

Como vemos en los 2 gráficos siguientes, el sector industrial (ventas minoritas y pedidos de maquinaria) también está en un periodo de estancamiento en el mejor de los casos.

RETAIL SALES % CHANGE OVER YEAR



MACHINERY ORDERS % CHANGE OVER YEAR



Todo esto nos lleva a unos datos de PIB realmente preocupantes, sobre todo el conocido hace 10 días: el PIB de Japón se contrajo un 3,5% entre Julio y Septiembre respecto al mismo periodo de 2011. Podemos ver la evolución del PIB trimestral en el siguiente gráfico:



Encuestas del sentimiento empresarial como el índice Tankan también nos muestran que las previsiones para el futuro más próximo no son nada halagüeñas.



¿Cuál es la principal conclusión que podemos extraer de toda la información anterior?. Pues que en un contexto de crisis económica y financiera mundial, ralentización del comercio internacional, la anémica recuperación estadounidense y el enfriamiento del crecimiento chino poco podemos hacer para reactivar la economía de un país tan dependiente de su sector exterior.

Por otra parte, podemos observar que los efectos sobre la deuda y el déficit sí han sido ciertamente importantes. Como puede observarse en el siguiente gráfico, la deuda se ha disparado de forma importante en los últimos años y se espera que concluya el ejercicio 2.012 en el entorno de los 10 billones de euros.



Unas cifras que suponen que la deuda alcance el 239% del tamaño de su economía a finales de este año, de acuerdo con el FMI.



Y por último en cuanto al déficit las últimas previsiones del FMI apuntan que Japón será la única gran economía avanzada que seguirá ampliando su déficit fiscal en 2012, debido en parte a los costos de reconstrucción relacionados con la catástrofe natural que golpeó a este país.




Fuente de los gráficos: Reuters, IMF

Ana Rafels
Asesora de inversiones de Ana Rafels EAFI
@AnaRafels
www.anarafels.com