Usain Bolt le está proporcionando una bonanza publicitaria a su patrocinador Puma que da pocas señales de que menguará en el futuro próximo. Su comportamiento bufonesco tras su victoria el miércoles en la prueba de los 200 metros planos provocó las críticas del presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, y una ola de titulares en periódicos de todo el mundo. Rogge dijo que los alardes de grandeza de Bolt eran antideportivos y que el hecho de que no felicitara a sus competidores era lamentable. Estos comentarios, a su vez, generaron una acalorada defensa por parte de los fans de Bolt. "Esa no es la manera como pensamos que debe ser un campeón", dijo Rogge. Justo después de ganar la carrera, Bolt se quitó las zapatillas de correr Puma, bailó y le gritó a la cámara "soy el número uno"
. "Lo que hace Bolt es lo que anima los Juegos Olímpicos", dice Kim Cerillo, una residente de Beijing que se encontraba en el "Nido de Pájaro" cuando Bolt ganó la carrera.

