Sin embargo en noviembre, cuando la crisis económica empezó a golpear con más fuerza en Japón, Panasonic rebajo sus previsiones de ganancia un 89 por ciento, hasta los 30.000 millones de yenes (337 millones de dólares).

La compañía podría registrar además en el año fiscal 2008 una caída superior a la prevista en noviembre de su beneficio por operaciones, que fue del 35 por ciento menos, hasta los 340.000 millones de yenes (3.817 millones de dólares).

Estos resultados vienen motivados por la caída de la demanda de semiconductores y de partes electrónicas, que se ha unido además al debilitamiento del mercado de las pantallas planas de televisión, uno de los principales responsables de las hasta ahora ganancias millonarias de Panasonic.

El fortalecimiento del yen frente al resto de las principales divisas extranjeras tampoco ayuda a las ganancias del fabricante.

Panasonic, que ya ha anunciado un plan de reestructuración que le costará 130.000 millones de yenes (1.460 millones de dólares), planea el cierre de al menos tres de sus fábricas en el extranjero.

La compañía cerrará dos de las tres plantas de fabricación de componentes, en Malasia, la primera de ellas dedicada a materiales para teléfonos móviles, prevista para marzo, y la segunda, que fabrica interruptores para material audiovisual, en septiembre.

Panasonic proyecta el cierre de su planta de baterías de células de manganeso, por la menor demanda ante el desarrollo de otros tipos más eficientes.