Pero el político, cuyas memorias llevaban por título "La Audacia de la Esperanza" y que llegó a la Casa Blanca tras las elecciones de noviembre pasado con el lema de "sí, podemos" también se mostró optimista, diciendo a los estadounidenses afectados por la recesión que pueden esperar días mejores.
"Aunque nuestra economía puede estar debilitada y nuestra confianza sacudida, aunque estemos viviendo tiempos de dificultad e incertidumbre, esta noche quiero que cada estadounidense sepa esto: reconstruiremos, nos recuperaremos", dijo en su discurso televisado cinco semanas después de asumir el cargo.
"Y Estados Unidos emergerá más fuerte que antes", expresó, recibiendo un fuerte aplauso de legisladores, miembros de gabinete e invitados. El presidente demócrata también dirigió una serie de críticas indirectas a su predecesor republicano, George W. Bush, por la situación difícil que atraviesa la economía del país y su enorme deuda, advirtiendo que "el día del juicio" ha llegado.
Realzando su ruptura respecto a algunas de las políticas más controvertidas de Bush que dañaron la imagen del país en el extranjero, también reiteró que Estados Unidos no tortura. Obama ya ordenó el cierre de la prisión de la base militar estadounidense en bahía de Guantánamo, Cuba, donde muchos sospechosos de actividades terroristas han permanecido detenidos durante años sin juicio.
También realizó un viraje en el foco militar estadounidense de Irak a Afganistán, diciendo que pronto anunciaría una ruta de avance en Irak que "pondría fin responsablemente" a la impopular guerra iniciada por Bush en 2003.

