La antigua Dogi explica en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que en el período de suscripción preferente, finalizado el día 12 de febrero, se suscribieron un total de 7,9 millones de acciones de Nextil, representativas del 92,84% de las acciones ofrecidas en el marco del aumento de capital, quedando disponibles 611.559 acciones para su adjudicación en los siguientes periodos.
Posteriormente, la textil abrió un período de asignación de acciones adicionales, en el que se solicitaron un total de 954.519 acciones adicionales. Por tanto, el número de acciones adicionales solicitadas ha sido superior a las 611.559 acciones disponibles para su asignación, la entidad agente del aumento de capital ha realizado el correspondiente prorrateo previsto. El número de acciones asignadas a cada solicitante ha sido de, aproximadamente, el 64,07% de las acciones adicionales solicitadas.
Dado que la totalidad de las acciones del aumento de capital han sido íntegramente suscritas, Nextil no abrirá un período de asignación discrecional, por haberse suscrito íntegramente el aumento de capital de la compañía.
El objetivo de esta operación es continuar con su política de compras de compañías de la competencia, con el objetivo de cerrar el año con dos o tres adquisiciones. Nextil está buscando oportunidades de inversión en mercados como el español, el portugués, el italiano o el estadounidense. En septiembre, la firma de origen catalán compró la compañía portuguesa Sociedade de Investimentos Comerciais e Industriais (SICI) que se dedica a la elaboración de prendas para grandes marcas de moda de lujo.
Entre enero y septiembre de 2018, la empresa que dirige Eduardo Navarro aumentó sus pérdidas hasta los 6,5 millones de euros, cuatro veces más que en el mismo período de 2017, cuando anotó unos números rojos de 1,5 millones, debido a los costes asociados al plan de la reestructuración de la plantilla.
Entre enero y septiembre, el grupo, especializado en el diseño y producción de prendas y tejidos, elevó sus ingresos un 15,6%, hasta los 56,2 millones, si bien el ebitda (beneficio bruto de explotación) también fue negativo en 2 millones.
La empresa está controlada desde 2014 por Businessgate, sociedad del grupo español de capital riesgo Sherpa, que pretende potenciar su crecimiento orgánico y desarrollar un plan de adquisiciones y consolidación sectorial que integren toda la cadena de valor del sector textil.
