La nota exige que Gazprom "deje de manipular" los volúmenes y destinos de los suministros de gas. Reclama también que sincronice el trabajo de los sistemas de gasoductos rusos, ucranianos y europeos y vuelva a las negociaciones con Naftogaz sobre los contratos bilaterales de 2009. El portavoz de Gazprom, Serguéi Kupriánov, declaró que Gazprom bombeó a Ucrania 295 millones de metros cúbicos de gas, mientras que ésta en su frontera occidental entregó solo 270 millones con una diferencia de 25 millones "robados" en territorio ucraniano.
Rumanía, Bulgaria y Polonia -tres estados de la UE- han comenzado ya a notar los efectos de la polémica. El suministro de gas natural a Rumanía ha caído un 30%, a Bulgaria entre un 10% y un 15% y a Polonia en alrededor de un 11%.
"Solo en las últimas 24 horas los consumidores europeos dejaron de recibir 50 millones de toneladas de metros cúbicos de carburante por culpa de Ucrania", dijo el portavoz de Gazprom, Serguéi Kupriánov, que ha pedido a la Comisión Europea que supervise el tránsito de gas ruso por Ucrania.
Según Kupriánov, Naftogaz impide la entrada de observadores independientes a sus estaciones de bombeo. Por su parte, Bruselas aseguró ayer que "no interferirá" en el disputado conflicto del gas.

