El Ejecutivo comunitario ha justificado la sanción, la más alta impuesta en la historia de la UE a una sola empresa, alegando que Microsoft cobró durante tres años un precio excesivo por la información que suministra a sus rivales para que puedan fabricar productos compatibles con su sistema operativo Windows.

Bruselas ha impuesto a Microsoft tres multas que ascienden a casi 1.700 millones de euros. La primera, en marzo de 2004, por valor de 497 millones de euros por abuso de posición dominante.

La segunda, en julio de 2006, que ascendió a 280,5 millones de euros, se debió a que Microsoft no cumplió esta exigencia y no suministró a sus rivales suficiente información sobre interoperabilidad.