Desde Goldman reconocían que "nuestra visión ha sido durante mucho tiempo que las tensiones de la deuda soberana en Europa finalmente se calmarán ante la combinación de una mejor coordinación fiscal, el respaldo de los países fuertes de la zona euro a la periferia, el sólido crecimiento de la zona euro en conjunto y las señales de éxito en las reformas de la periferia".

Fijan como precio objetivo los 1,37 dólares con un soporte en los 1,2850 dólares.