BME puso en marcha este espacio en 2005 para dar respuesta a valores que por sus especiales características requieren un tratamiento singularizado y ahora ha reservado un segmento para que las pequeñas y medianas puedan operar en él.En concreto, el proyecto pretende crear un mercado dedicado a empresas de reducida capitalización que buscan expandirse, con una regulación diseñada específicamente para ellas y unos costes y procesos adaptados a sus características.Los estudios preparativos llevados a cabo por el MAB en los últimos meses han identificado a 5.353 empresas en España que por su tamaño y volumen de negocio serían candidatas a cotizar en el MAB y tener acceso, a través de él, al mercado de valores. El MAB se extiende así a compañías cuyas acciones se ven afectadas en general por problemas de falta de liquidez y escasa visibilidad entre el público inversor, y que hasta ahora no se han planteado cotizar en Bolsa por las características y procedimientos exigidos para ello. Actualmente, las empresas de mediana y pequeño tamaño representan el 65% del PIB español, emplean al 79% de la fuerza laboral y constituyen el 99% del total de las empresas del país. El nuevo segmento del MAB es un mecanismo para potenciar la aportación de muchas de estas empresas al crecimiento económico.