A este porcentaje de acciones se llegó tras la opa de reducción de capital diseñada para dar salida de la compañía al ex presidente Joaquín Rivero y a su socio Bautista Soler, con quienes los Sanahuja se han dividido Metrovacesa. Tras esta reducción, el actual presidente de la compañía, Román Sanahuja, aumentó su participación hasta el mencionado 70,60%, lo que le obligaba a lanzar una opa sobre la totalidad de Metrovacesa en el plazo de un mes.Los Sanahuja esperan que los accionistas minoritarios no acudan a la opa, porque su intención es que continúe cotizando en Bolsa una parte significativa de la compañía, razón por la que pagarán un dividendo de 2 euros brutos por acción a quienes no suscriban la oferta.Habrá una OPS para aumentar el capital en circulaciónUna vez resuelta la opa, Metrovacesa prevé llevar a cabo una oferta pública de suscripción (ops) para aumentar el capital en circulación y dar entrada en el accionariado a inversores institucionales. También después de la opa, previsiblemente en marzo, Sacresa (otra de las sociedades del grupo Sanahuja) aportará a Metrovacesa activos inmobiliarios por valor de 1.000 millones de euros, que al mismo tiempo le acarrearán una deuda de 500 millones.De esta manera, se eliminará el conflicto de intereses entre Metrovacesa y Sacresa, dado que la primera centrará su actividad en el sector terciario (comercial, industrial, oficinas y hoteles), mientras que la segunda lo hará en el mercado residencial.
Pendiente el traspaso de activos de GecinaEntre tanto, todavía está pendiente una parte del acuerdo de separación suscrito en febrero de 2007, que es la que se refiere al traspaso de activos de Gecina (la que fuera filial francesa de Metrovacesa, ahora controlada por Rivero y Soler) por un importe superior a 1.800 millones de euros.La operación ha sido bloqueada en Francia por la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF), que no ha dado su aprobación a la opa de reducción de capital mediante la que Gecina tenía previsto realizar el traspaso de activos a Metrovacesa.Según el acuerdo de división de Metrovacesa, este retraso podría obligar a Rivero y Soler a pagar una indemnización a los Sanahuja de 600 millones
de euros, si bien el propio pacto podría ser modificado si existieran obstáculos tan relevantes que fuera imposible solucionarlos sin lesionar su espíritu.