Como podemos observar en las últimas semanas, el optimismo parece haber vuelto a la renta variable pero, ¿qué es lo que está descontando el mercado ahora mismo? “el éxito de las colocaciones de deuda española y las buenas previsiones sobre los resultados de los tests de stress bancarios han permitido a la bolsa española recortar el diferencial que mantenía con la Bolsa de Alemania (el Dax es el índice que mejor se ha comportado en lo que va de 2010)”. Pero, es la diversificación en su máxima expresión lo que ha hecho que las empresas españolas hayan capeado el temporal que asolaba la economía nacional, algo que se reflejará en sus cuentas del segundo trimestre pues, según Gesconsult “los actuales niveles del Ibex 35 implicarían una caída de los beneficios cercana al 20%, pero esto parece improbable dado que el 60% de los ingresos de las compañías nacionales se genera fuera de España”.

Además, las filtraciones de posibles resultados de los tests de stress que apuntan a la buena solvencia de las grandes financieras españolas hacen predecir que “el diferencial de la deuda pública irá rebajándose y situándose por debajo de los 200 puntos básicos frente al bund alemán”.

¿Qué debemos esperar de los periféricos? Recientemente hemos asistido a una positiva colocación de deuda griega, se han tomado medidas antidéficit en los países conflictivos en este ámbito y desde organismos oficiales se han calmado las preocupaciones reiteradamente, por lo que, por éstas y otras razones parece que “se relajan las presiones sobre las economías periféricas, manifestándose en la recuperación del euro”.

Muchos alaban el crecimiento de EE.UU. y otros apuntan a una salida de la crisis de double deep pero, desde Gesconsul no temen una vuelta a la recesión al otro lado del Atlántico pues, para ello, “se deberían registrar niveles de ISM cercanos a 40, algo que no vemos factible con las actuales expectativas macroeconómicas”. Además, “el entorno de liquidez y bajos tipos que se mantendrá durante un período prolongado de tiempo aleja la posibilidad de una segunda recesión”, si bien, respecto a las previsiones de crecimiento señalan que son lentas debido a las medidas de recorte de gasto.

La cartera de Gesconsult

Si nos centramos en los valores por los que Gesconsult apuesta, observamos el gran peso que tienen los blue chips del Ibex 35 en su cartera. Entre los gigantes, eligen a Santander, ¿los motivos? “su buena distribución geográfica, su ROE de un 12,8%, frente a 9,2% de media, una rentabilidad por dividendo del 6,9%, por encima del 3,4% de la banca europea, y un ratio de solvencia del 8,8% que le permitiría afrontar el actual escenario e incluso uno más exigente”. También ven con buenos ojos a BBVA, un banco que califican más conservador que la entidad cántabra.

Telefónica también cuenta con el beneplácito de Gesconsult gracias a que la operadora “sigue ofreciendo un perfil de crecimiento diferenciador por la combinación de mercados maduros, en España y Europa, y los mercados de crecimiento en Latinoamérica”. Respecto a la operación con Vivo piensan que finalmente Telefónica se hará con el operador carioca y, si bien, reconocen que el precio que ofrece a Portugal Telecom es elevado, este negocio le avalará su estrategia de crecimiento en Brasil.

Al margen de los más grandes, dentro de su cartera Gesconsult también hace hueco a Técnicas Reunidas, por “su capacidad para incrementar su cartera de pedidos, su reducida exposición al mercado español y su situación financiera sólida”; y a Acerinox, por sus buenas previsiones de resultados.

En el mercado europeo apuestan por Viscofan, porque consideran que la apreciación del dólar beneficiará los resultados de la compañía; y por Europac, cuya diversificación de mercado y previsibles buenos resultados hacen de él un valor al alza.

Dentro del universo de inversión del Viejo Continente, Gesconsult mantienen en su cartera a Total, por “el previsible aumento de materias primas a nivel mundial y la subida del precio del petróleo, que beneficiarán sus cuentas”; AXA, cuyo negocio de seguros de vida se verá potenciado en el entorno de recuperación económica; y Louis Vuitton, un valor de lujo cuyas cuentas “se verán beneficiadas por el debilitamiento de la moneda europea”.