Había mucha expectación en esta subasta. Y el motivo no era otro que ver cómo la prima de riesgo de España alcanzaba máximos tras un rally que le ha llevado a los 233 puntos. Ha bastado conocer el resultado de la colocación para que ésta comenzara a relajarse ligeramente y el diferencial entre el bono español a diez años y el bund alemán descendía hasta los 228 puntos.

Los inversores respiraban así tranquilos tras conocer la firmeza de la demanda con consiguió el Tesoro, que tenía como objetivo colocar entre 2.500 y 3.500 millones de euros a 10 y 30 años. Al final adjudicó 3.479 millones con unas peticiones que duplicaron esta cifra, al rozar los 7.000 millones.  El interés medio al que adjudicó los bonos a diez años alcanzó el 4,864%, por debajo de casi el 5% que rozó ayer, aunque un 20% por encima del 4,045% de la subasta anterior, del pasado 20 de mayo.

De los 3.479 millones colocados hoy, 3.000 correspondieron con las obligaciones a diez años, y sólo 479 millones al más largo plazo, 30 años. En este caso, la rentabilidad alcanzó el 5,908%, frente al 4,758% de la subasta precedente de estos títulos, del 28 de marzo.