Los economistas dijeron, en promedio, que el plan de estímulo debería equivaler a más del 5% del producto interno bruto, o cerca de 750.000 millones de dólares. "Es difícil elegir la cifra correcta antes de decidir sobre la naturaleza del estímulo", sostuvo Lou Crandall de Wrightson ICAP. Sin embargo, algunos economistas opinaron que no se necesita un estímulo, mientras que otros consideraron que el Gobierno debería considerar un plan de estímulo de hasta un 15% del PIB, o más de 2 billones.
Por otra parte, los encuestados esperan, en promedio, que la tasa de desempleo suba al 8,9% para finales de este año, por encima del 7,2% registrado en diciembre pasado. En forma separada, anticipan que la economía eliminará otros 1,2 millones de empleos durante el 2009.
Con respecto al PIB, los economistas esperan, en promedio, una contracción del 3,3% en el primer trimestre del 2009, seguido por una caída del 0,8% en el segundo. Se prevé, en tanto, que el crecimiento se reanude lentamente en el tercer trimestre.
Cuando se les preguntó qué variable económica mirarán con más atención en busca de señales de que la economía tocó fondo, un 28% eligió los diferenciales crediticios, o la diferencia entre algunos rendimientos de instrumentos de deuda pública y privada. Algunos economistas expresaron confianza en que un estímulo económico, combinado con las medidas de la Reserva Federal y el programa de rescate del Tesoro, o TARP, ayudarán a detonar una recuperación.
No obstante, un 26% dijo que mirará de cerca el desempeño de los gastos del consumidor en busca de señales de una recuperación. Un 18% opinó que el mercado laboral es un indicador de una recuperación y un 16% los precios en el sector inmobiliario, que aún no dan señales sólidas de haber tocado fondo.
Cerca de 57% afirmó que los 700.000 millones de dólares previstos en el TARP serán suficientes.

