En EEUU es sencillo. Si no pagas tu hipoteca te embargan la casa y la deuda está saldada. De hecho el embargo es el final de los problemas, al menos en referencia a la hipoteca. Pero en España la cosa cambia.
 
Como se señala en un artículo publicado en The New York Times, los problemas de la deuda con los bancos en España son un poco más complejos. No vale con entregar las llaves de tu casa. El titular es el responsable del monto total del préstamo, es decir, también de la carga de intereses, por lo que se observan trágicos casos.
 
A la suma del préstamo hay que añadirle los juicios con sus correspondientes tasas en caso de acudir a los tribunales, por lo que la deuda se puede ir incrementando de manera insostenible hasta quedar encadenado al banco, literalmente, de por vida.
 
En declaraciones del que fue subsecretario del Ministerio de Vivienda hasta la última remodelación del gobierno, Marcos Vaquer, al periódico neoyorquino: “estamos viviendo la resaca de una borrachera inmobiliaria enorme y muchos españoles están pagando una deuda excesiva”.
 
Los bienes inmuebles subieron de manera estrepitosa, el auge de la construcción fue espectacular y los créditos volaban en todas direcciones… ahora la letra pequeña de los contratos firmados a estómago lleno se han convertido en la pesadilla de personas con nombre y apellidos