David Cano, de Analistas Financieros Internacionales, indicó que el dato no es bueno ni malo, ya que evidencia la enorme volatilidad del precio del petróleo, aunque advirtió del riesgo de deflación -una caída de los precios en el conjunto de la economía que se prolonga durante varios períodos, al menos dos trimestres, según el Fondo Monetario Internacional-.

Cano opinó, no obstante, que la posibilidad de una deflación "está ahí", pero será contrarrestada por la recuperación del precio del petróleo y por la bajada del Euribor.


Más cauto se mostró Francisco Vidal, de Intermoney, que dijo que es pronto para hablar de tendencias, máxime cuando faltan todavía dos semanas para que se publique el dato definitivo del IPC de diciembre.

Pese a todo, Vidal sí consideró muy posible que a mediados de año la inflación alcance cotas muy bajas.

En este sentido, Gregorio Izquierdo, del Instituto de Estudios Económicos (IEE), afirmó que a mediados de año la tasa podría estar por debajo del 0,5 por ciento, aunque la situación "no sería sostenible", ya que se irá perdiendo paulatinamente el efecto "escalón" del precio del petróleo.

No obstante, Izquierdo coincidió en señalar que a finales de año el índice se situará en el entorno del 2 por ciento.

El experto del IEE señaló también que este recorte tendrá efectos positivos en la negociación colectiva y en la renta real de las familias.