Lehman Brothers ha estado en el punto de mira de los mercados desde que estalló la crisis financiera el pasado mes de agosto, debido a los 50.000 millones de dólares contaminados por el desplome de los mercados inmobiliarios y las hipotecas basura.De hecho, hace cinco meses, el consejero delegado de Lehman Brothers, Richard Fuld, ya avisó a los accionistas de que lo peor todavía estaba detrás de la firma.La puntilla se la acabó de dar el pasado 10 de septiembre la firma de calificación de riesgos Moody's, que anunció una posible bajada de su maltrecho "rating" y puso de manifiesto que necesitaba realizar una operación estratégica con un socio financiero de mayor fortaleza financiera. El hundimiento en bolsa era inevitable.Las acciones de la empresa acumularon la semana pasada un descenso del 77,4%, hasta tocar los 3,65 dólares. Al final de 2007, los títulos del cuarto mayor banco de inversión de Estados Unidos se negociaban a 65,44 dólares, lo que quiere decir que en lo que va de año han caído un 94,4%.Con el rescate de Bear Stearns por JP Morgan, el final de Lehman Brothers y la compra de Merrill Lynch por Bank of America, tan sólo quedan dos grandes bancos de inversión estadounidenses intactos por la crisis: Goldman Sachs y Morgan Stanley.Lehman Brothers se fundó en 1850 como una pequeña compañía dedicada al comercio de algodón, que a finales de aquel siglo ya operaba como entidad financiera.Tras el "crash d"e 1929, Lehman Brothers fue uno de los pioneros en técnicas de intermediación financiera, encontrando a prestamistas privados que quisieran dejar su dinero a grandes empresas.La firma dejó de llevar el nombre de los tres fundadores en 1984, cuando American Express adquirió la entidad y la fusionó con Shearson. La empresa de tarjetas de créditos salió del negocio en 1993, lo que devolvió el nombre de Lehman Brothers a la empresa.Un año después, la firma comenzó a cotizar en Nueva York, tras hacer una oferta pública de acciones, las mismas que hoy nadie quiere tener en sus manos