La amenaza sin precedentes de S&P trunca la progresión descendente que había tenído la deuda española en los últimos días, en los que ha llegado a perder hasta 150 puntos básicos, y el riesgo país recupera los 300 puntos.

La amenaza sin precedentes de S&P depara un panorama más acorde con las tesis de los inversores más escépticos, y con los bajistas. La agencia estadounidense no solo podría retirar la 'triple A' de Alemania. También podría recortar en dos escalones el ráting de potencias como Francia, que conserva aún la máxima calificación crediticia. Las ventas  no discriminan y alcanzan al bund alemán, con su rentabilidad repuntando por encima del 2,2%.

Por su parte Francia, aparca la espectacular mejora que había encadenado en su prima de riesgo. En apenas tres semanas se había desinflado a menos de la mitad. Desde los récords de 200 puntos hasta situarse por debajo de los 100 puntos. Hoy vuele a acercarse a este último nivel, debido al aumento en el interés de sus bonos a diez años hasta el 3,1%.

Los mercados ponen de nuevo su punto de mira en las dos mayores economías periféricas. España sufre para mantener su prima de riesgo sobre los 300 puntos. Ayer se desinflaó hasta los 292 puntos, sus cotas más bajas desde octubre, gracias a una meteórica mejora, de 200 puntos en tres semanas y de 150 puntos en apenas una semana.

El interés exigido al bono español a diez años, en una semana de tregua en cuanto a las emisiones de deuda por parte del Tesoro, repunta hacia el 5,2%, a gran distancia del nivel crítico del 7% que llegó a tocar durante el mes pasado.

En el caso de Italia, su deuda llegó a tocar el nivel del 8%. El alivio de las últimas jornadas ha permitido alejar la rentabilidad de sus bonos del 7%, hasta el 6,4% en el diez años, y el 6% en el dos años.