Con este retroceso interanual, las viviendas hipotecadas encadenan su novena caída consecutiva y parecen haber entrado en una senda bajista tras haber experimentado repuntes en los cuatro primeros meses del pasado año.

El descenso de enero es más moderado que el de diciembre, cuando las viviendas hipotecadas se redujeron más de un 17%.