Las cajas de ahorros cerraron 2009 con un beneficio atribuido de 4.426 millones de euros, lo que supone un descenso del 34,2% respecto al ejercicio anterior, tras la dotación de 9.751 millones para insolvencias y de 2.316 millones a cubrir activos no financieros, según datos de la CECA publicados hoy. Las cajas señalan que el resultado del ejercicio se explica por el sostenido incremento de los márgenes de negocio y a pesar del fuerte crecimiento de las dotaciones, especialmente de las destinadas a cubrir el posible deterioro de activos no financieros. La morosidad del sector alcanzó el 4,86% y su cobertura alcanzó el 56,5%. El presidente de la CECA, Juan Ramón Quintás, tras subrayar la contención de esta ratio, que tradicionalmente siempre ha estado por encima de la de los bancos y en la actualidad son similares, advirtió de que la morosidad no será el principal problema de las cajas este año, sino la caída de los ingresos y la prolongación de la situación económica.