Los inspectores de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)
abandonaron el país el 2 de septiembre después de que el Ejecutivo heleno fracasara en sus intentos de convencerles de que estaba haciendo lo que consideraban suficiente en términos de recortes de déficit y reformas económicas para poder optar a un nuevo plan de rescate.

El Eurogrupo celebra una reunión ordinaria el 3 de octubre, pero la Comisión ha admitido que no hay bastante tiempo para examinar las conclusiones de la 'troika' y decidir sobre la ayuda urgente de 8.000 millones, que corresponde al sexto tramo del primer rescate aprobado en 2010.

Pese a las tensiones, los analistas esperan que las conversaciones lleven al anuncio del desembolso de la ayuda, dinero que el país necesita para evitar la suspensión de pagos el mes que viene, lo que ahondaría la crisis en la eurozona.