El euro comenzó el año a 1,46 dólares y tan sólo cuatro meses después ya ha roto una de las cotas impensables hace tan sólo unos meses: el nivel de 1,60 dólares. La erosión del dólar empieza ya a preocupar a las autoridades europeas. A todos, parece ser, menos al principal responsable de la política monetaria de la eurozona, Jean Claude Trichet, empeñado como está en controlar la tasa de inflación europea que se sitúa en el 3,5%. Es más, desde el FMI se estima que el BCE bajará tipos en seis meses, aunque por el momento, aplauden la política monetaria del banco europeo. “Ahora no es el momento de bajar los tipos porque existe riesgo de que la inflación haga subir los salarios, pero con la perspectiva de que en los próximos seis meses el shock de los precios de la alimentación y las materias primas se disipen, se podrán bajar”, señala el
director del Departamento europeo del Fondo Monetario Internacional, Michel Depler. Desde la gestora británica Schroders se muestran, sin embargo, algo más críticos con el BCE. David Scammell, director de Tipos Paneuropeos
, comenta “el BCE no se siente cómodo con una inflación del 3,5% y teme la segunda ronda de consecuencias. En nuestra opinión –añade el experto- creemos que a la larga están equivocados. Consideramos que las perspectivas económicas mundiales están empeorando y que el sistema financiero mundial se encuentra en peligro debido a la crisis crediticia”. Para este analista, “ambos factores azotarán a la economía europea este año y el crecimiento se resentirá (…). Prevemos que el BCE recortará los tipos de interés en el verano o en el tercer trimestre como tarde”. Una opinión que comparte Antonio Zamora, director de análisis de Banco Urquijo que sitúa los tipos a final de año en la eurozona en el 3,5%. Este experto comenta, además, “lo destacable no es que el euro esté fuerte, sino que el dólar está débil. Esta es una de las razones de que el petróleo esté tan caro”. Para el director de análisis de Banco Urquijo, “la debilidad del dólar tiene mucho que ver con la situación de la economía americana y con la bajada continuada de los tipos de interés en Estados Unidos que no han dejado de ir en contra del billete verde”. Sin embargo, apunta Zamora “lo normal es que el euro no vaya mucho más allá de los 1,60 dólares, aunque técnicamente hay proyecciones hacia los 1,64 dólares”. Hasta dónde subirá el euroPero, ¿dónde está el límite del euro?. Los analistas señalan varios factores que dibujan un panorama distinto para los próximos meses: un dólar sobrevalorado, un déficit comercial –el americano- que lleva más de un año corrigiéndose y el hecho de que la Fed ya no tiene margen para seguir bajando las tasas en Estados Unidos, configuran –dicen- un contexto de que el euro empezará a bajar. Diego Escribano, director de gestión de Fortis Banca Privada explica, “el mercado está descontando que esta –por la reunión del próximo 29 de abril- será la última bajada de tipos de interés por parte de la Fed ya que empieza a preocupar al otro lado del Atlántico el fantasma de la inflación”. Escribano espera que se “produzca un máximo en el petróleo y en el dólar que hagan volver al primero a los 105 dólares y al segundo a los 1,55 dólares”. Un pequeño goteo que se traducirá, según José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citigroup en España “en un recorte del precio oficial del dinero al otro lado del charco de un cuarto de punto”. Mientras, José Ramón Sánchez Galán, analista financiero considera que, “aunque hay margen para una bajada de tipos, los precios son elevados, tanto como para cambiar posturas. 50 puntos básicos, desde el punto de vista del PIB –añade- serían necesarios, pero deteriorarían las expectativas inflacionistas”. Sánchez Galán, sin embargo, apuesta por un recorte de medio punto porcentual. Aunque históricamente a España le “sienta bien” un euro fuerte, ya que “ayuda a contrarrestar el aumento del precio del petróleo”, comenta una fuente del mercado, no ocurre lo mismo que algunas de las empresas que cotizan en el parqué español y que pueden ver lastrados sus resultados empresariales. Leonardo Lara, gestor de fondos de Metagestión explica, “que la moneda única haya roto el techo de los 1,60 dólares le viene muy mal a las empresas europeas y en especial a las exportadoras”. Un claro ejemplo lo escenifica Airbus –perteneciente a EADS- que anunció esta semana recortes de costes y plantilla ante la rápida desvalorización del dólar frente al euro. Y es que, según señalan desde el constructor aeronáutico europeo, “la debilidad del dólar frente al euro está poniendo en peligro al sector de la aviación europeo”. EADS se ha visto muy afectado en los últimos trimestres por el fuerte descenso del dólar frente a la moneda única. La compañía fabrica la mayoría de sus productos en Europa y su base de costes está principalmente denominada en euro, pero vende sus productos en dólares.

