No obstante, puso el acento en que América Latina tiene un serio problema de desigualdades sociales, después de haber constatado que "la globalización no ha permitido establecer reglas equitativas", y no sólo "ha aumentado las desigualdades, sino que ha creado nuevas".Frente a esa realidad de desigualdad social, que se traduce entre otras cosas en el hecho de que 200 millones de latinoamericanos son pobres, "los progresos para invertir esa tendencia son lentos", comentó el secretario general del que se conoce como el "Club de los países desarrollados".Insistió en que "en estos tiempos inciertos" en que las "turbulencias" del sistema financiero pueden devenir "un tsunami", "es primordial que sigamos centrados en los objetivos estructurales de largo plazo", y en particular en la cohesión social, que a su juicio necesita un "diálogo multilateral".Gurría definió tres campos en los que hay que trabajar en Latinoamérica para lograr avances en la cohesión social: el primero se refiere a la política fiscal que "puede ser un instrumento potente para luchar contra la exclusión social".Los otros dos son la educación, que "es el talón de Aquiles de los países de América Latina" y la política de integración regional, lo que requiere una mejora de las infraestructuras para que muchas regiones puedan estar conectadas al movimiento de globalización.