De este modo, el índice de precios de consumo de Reino Unido se dispara un 0,5%, frente a la tasa del 4% de marzo, y alcanza el 4,5% en abril.

Los analistas, por su parte, esperaban un ligero repunte de tan sólo una décima sobre los precios. Y nada que ver con la previsión oficial realizada por el Banco de Inglaterra.

La institución británica marcó el techo de estabilidad de precios en una tasa no superior al 2%, por lo que este nuevo dato correspondiente al mes de abril, no deja en muy buen lugar al Banco de Inglaterra y pone en cuestión la política monetaria llevada a cabo en los últimos tiempos para contener la inflación.