Air France y KLM se fusionaron en mayo de 2004 tras el éxito de la oferta de la aerolínea francesa sobre la holandesa, a la que acudió el 89,22% del capital. En total, los accionistas de KLM, que superaron el límite del 70% impuesto por Air France para dar el visto bueno a la operación, aportaron 41.762.597 acciones a la oferta, que además conllevaba una ampliación de capital.Como resultado de la oferta, el capital flotante pasó a representar el 44,8% del total, el 17,3% del cual estaba en manos de los antiguos accionistas de KLM y otro 10,5% lo controlaban los asalariados. Anteriormente a la finalización de la operación bursátil, la fusión de Air France y KLM fue aprobada por la Comisión Europea (CE), quien llevó a cabo unas investigaciones por "problemas de competencia" que se saldaron con la cesión de 94 "slots" (derechos de despegue y aterrizaje) diarios y que afectó a 47 trayectos.Desde el punto de vista de los consumidores, la combinación de las redes permitió a los clientes de KLM acceder a más de 90 nuevos destinos, mientras que los de Air France contaron con más de 40 rutas más. En el caso de Iberia y British, se habla de una fusión que lleve a consolidar la tercera compañía de aviación del mundo, con más de 200 destinos a cien países y una flota superior a los 450 aviones, la quinta del mundo.Con esta fusión la nueva sociedad se asegura una situación global de primer orden, según el consejero delegado de la aerolínea británica, Willie Walsh, ya que "vamos a poder ofrecer mejores horarios y una mayor eficiencia a nuestros clientes".