Para Brian Sack, vice presidente ejecutivo de la Reserva Federal de Nueva York, "las compras realizadas no están causando ningún tipo de presión sobre la liquidez
o el correcto funcionamiento del mercado monetario".

Sack es el responsable de dirigir la nueva política monetaria por parte de la Fed. Esta política consiste en el programa de compra de 600,000 millones de dólares en bonos.

Algunos analistas del sector privado han avisado de que el gran tamaño de estas compras podrían llegar a absorber casi toda la deuda emitida, aunque es importante resaltar que la Fed no está comprando estos bonos a través de subasta si no en el mercado secundario.