La FSA examinó las carteras de créditos de 121 entidades financieras japonesas y reveló que los nueve principales bancos aumentaron su exposición a los créditos basura en 425.000 millones de yenes (4.640 millones de dólares) hasta los 4,19 billones de yenes (45.830 millones de dólares) en la primera mitad del año fiscal en tasa interanual. Asimismo, otros 110 bancos regionales sufrieron un aumento de estos créditos de 406.000 millones de yenes (4.400 millones de dólares) hasta los 7,95 billones de yenes (86.960 millones de dólares).

Con estos números, el 2,5 por ciento de la cartera de préstamos del sistema bancario nipón está expuesta a este riesgo, lo que supone un aumento de una décima respecto al semestre anterior.

La FSA, el supervisor financiero japonés, alertó que la exposición a estos préstamos puede aumentar en el futuro y dañar los beneficios debido a un mayor coste de los créditos y al aumento de la morosidad.