La autoridad monetaria comenta que el PIB en los últimos tres meses ha mantenido un ritmo de crecimiento similar al de periodos anteriores, y que habría crecido un 0,8% y que terminará el año con una expansión del 3,1%. Señala la institución que el aumento de las exportaciones ha compensado “los efectos adversos derivados del aumento de la incertidumbre relacionado con la situación política en Cataluña, que, de acuerdo con la información disponible —relativamente escasa— se habrían concentrado especialmente en esa comunidad autónoma”.
Con todo, apuntan en el Banco de España (BdE) que “la información disponible referida al trimestre todavía es relativamente reducida, lo que, en particular, dificulta una valoración precisa del impacto del aumento de la incertidumbre”.
Los datos muestran que la economía que más había sufrido la incertidumbre catalana sería esta misma autonomía. Explinca en la autoridad monetaria que “esta ralentización se debería, en particular, al peor comportamiento de los indicadores de empleo, turismo y mercado de la vivienda, entre otros, en esta comunidad autónoma, con respecto a lo observado, en media, en el conjunto de las CCAA y, en particular, en las de mayor peso económico”.
Alertan, no obstante, que la incidencia final de este elemento de riesgo sobre el conjunto de la economía española en el cuarto trimestre dependerá de la magnitud y de la persistencia que este acabe teniendo.
En su opinión, “un alivio del grado de tensión en Cataluña, como el que se percibió durante el mes de noviembre y las primeras semanas de diciembre, podría conducir a un escenario de mayor crecimiento del producto que el considerado en las proyecciones recientemente publicadas. Por el contrario, un hipotético rebrote de las tensiones en los próximos meses podría llevar a un impacto más pronunciado sobre las decisiones de consumo e inversión de los agentes que el que se infiere a partir de los datos parciales disponibles”
Señalan que a medio plazo es previsible que se mantenga la fase expansiva de la economía gracias, dicen, “a los sustanciales avances observados en el proceso de reconducción de los desequilibrios de la economía”. Eso sí, prevén una ralentización debido a la orientación neutral de la política fiscal y al moderado impacto adicional de la relajación de la política monetaria del BCE. Así, esperan que el PIB se expanda un 2,4% en 2018 y un 2,1% tanto en 2019 como en 2020 y la inflación tendería al 1,8% en 2020
En sus previsiones, el Banco de España, cree que el déficit público va a seguir reduciéndose y que se colocará en el 2,6% del PIB en 2018. Un porcentaje, eso sí, que seguirá estando por encima de los objetivos fijados por la Comisión Europea.
MERCADOS
Para el Banco de España, la incertidumbre política ha tenido un efecto limitado y transitorio sobre la bolsa “mientras que la prolongación del tono expansivo de la política monetaria del BCE ha continuado siendo un factor de soporte de las valoraciones”.
Calculan que la rentabilidad del bono español a diez años ha descendido en unos 15 puntos básicos con respecto al cierre del tercer trimestre, hasta el 1,5%. También se habn reducido las primas de riesgo medias de los valores de renta fija emitidos por las sociedades financieras mientras que las de las empresas no financieras apenas han variado.